FILANDÓN MÚSICO-LITERARIO
Altobar de la Encomienda.
Sábado 8 de junio;
20:00 horas.
Casa de Cultura
(...) Demetrio se acoda contra la columna del zaguán, se lleva el cigarro a los labios e inspira profundamente. Paladea el aroma que deja el humo del tabaco en su boca, casi lo mastica, hasta que decide exhalarlo soplando con ritmo tardo, como si no quisiese renunciar al gusto que le da la nicotina. La cortina de humo se deshace como la neblina a medida que se eleva. Entorna los ojos y escudriña entre las volutas el cortejo que representan dos palomas en el cerral del tejado de la señora Victorina. Son dos habituales. Cada tarde se hacen carantoñas y arrumacos a su manera; parecen muy enamoradas. Es su rinconcito para el amor. El palomo da pasitos cortos y se contonea cuando llega a la altura de su amada, ésta se muestra indiferente de momento. El aire gallardo del palomo se torna doliente. Al rato, la paloma se vuelve y le roza con su ala, inclina la cabeza y se adosa a su cuello. El palomo la rodea con sus alas poderosas. Ayer discutieron pero hoy parece que han hecho las paces. Se van (...)
Roberto Carro Fernández, (Valcabado del Páramo, León; 1971), compagina su trabajo con la docencia, habiendo sido profesor de Criminalística e Investigación en la Universidad Europea Miguel de Cervantes de Valladolid. En la actualidad forma parte del cuerpo de profesores que imparten clase en Ciencias de la Seguridad (CISE) de la Universidad de Salamanca y en el Centro Universitario Villanueva de Madrid. Escritor y columnista en la revista científica QdC.
miércoles, 22 de mayo de 2013
viernes, 17 de mayo de 2013
FILANDÓN MÚSICO-LITERARIO EN SOTO DE LA VEGA
SAN ISIDRO 2013
MIÉRCOLES 15 DE MAYO A LAS 18:30 HORAS.
CASA DE CULTURA
Romances, coplas, costumbrismo y artes deductivas que dieron paso a un rico escabeche....
MIÉRCOLES 15 DE MAYO A LAS 18:30 HORAS.
CASA DE CULTURA
Romances, coplas, costumbrismo y artes deductivas que dieron paso a un rico escabeche....
(..) Sacó el chisquero de gasolina, resbaló un par de veces el pulgar por encima de la piedra y dirigió la llama hacia la mecha que sobresalía por la punta del candil. Una tenue luz centelleante comenzó a alumbrar la fresca oscuridad de la bodega. Ambos encaminaron sus pasos hacia una antigua sisa que ahora hacía las veces de hogar; allí, al calor del fuego, comían cada tarde un cacho de pan, tomaban unos vasos de vino y, bajo el influjo que éste les provocaba, hablaban de lo divino y lo humano. (...)
Con la colaboración inestimable de la A.C Pendoneros de León.
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