Cartel de Eugenio Fernández. |
Estupenda velada que acogió a familias, amigos y niños en torno a una causa tan noble como necesaria. Estar cerca de nuestros mayores, arropando la labor de quienes a diario concentran sus esfuerzos en hacerles sentir que son importantes en nuestras vidas, mientras les cuidan y les dan cariño, hace que me reafirme en mi creencia de que la condición humana, a pesar de otros desvaríos, sigue mereciendo mucho la pena. Así que, gracias a Jorge, a Azucena, a los niños de Jiménez y a tantos otros que hicieron posible este pequeño milagro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario